UN NUEVO PROFESORADO PARA UN NUEVO CONTEXTO EDUCATIVO
( FERNANDO
FERNANDEZ- JUANA M. SANCHO “PARA ENSEÑAR NO BASTA CON SABER LA ASIGNATURA”
BARSELONA PAIDOS 1993)
Es posible que nunca como ahora el enseñante haya sido centro de interés
por parte de la opinión pública y los medios de comunicación. Indicios de este
interés podrían ser: el eco de unas huelgas que señalaban un malestar entre el
profesorado y el Estado, la publicidad de algunos estudios que ponen de manifiesto
un cúmulo de problemas psicológicos de insatisfacción profesional y personal
asociada al ejercicio docente.
Estos hechos pueden considerarse muestra de que es el profesorado, y no
el alumnado como sucedía hasta ahora, quien centra la atención de los problemas
y soluciones que se plantean en la educación escolar en este fin de siglo. Un
nexo común de todas estas inquietudes es la necesidad de repensar la formación,
tanto de los docentes como del alumnado, que ha de afrontar la serie de cambios
que acompaña a las nuevas perspectivas sociales y culturales de la etapa
tecnológica-comunicativa en la que estamos viviendo.
En este contexto se inscribe la propuesta de este libro que es,
contribuir a la formación inicial y permanente del profesorado de secundaria.
Pretendemos que las referencias psicopedagógicas que sustenten la
formación estén actualizadas y conecten con los principales problemas que hoy
afectan a la enseñanza institucional.
·
Bagaje para la formación del profesorado ¿Qué es lo que hace necesario un corpus de información específica para quienes se plantean ser docentes o para quienes ya lo son y pretenden estar al día?
·
La explicación del sentido del título: para enseñar no basta con saber
la asignatura. Conocer algo no implica poder aplicarlo.
Sucede con alguien
que, una vez terminada su carrera universitaria y con la auto imagen de
especialista o estudioso de una disciplina, pretende transformarse en
enseñante. Los problemas y las peculiaridades a las que ha de enfrentarse un
licenciado que pretende actuar como docente hacen que los conocimientos
adquiridos en una especialidad universitaria
no resulten por si mismos aplicables en su función de enseñante.
Se requiere una
formación específica para quienes se han de dedicar a la enseñanza por razones
relativas a la tarea de desarrollar en la escuela y por la problemática que
encierra la propia constitución de los saberes que se han de enseñar.
Saber la materia
que se va a impartir, si bien es absolutamente necesario, no es condición
suficiente para lograr o propiciar el aprendizaje del alumnado.
Todo lo anterior
nos lleva a reiterar que no tiene por qué darse una correspondencia entre losconocimientos disciplinarios de los enseñantes y su práctica profesional,debido, entre otras, a las siguientes razones:
Se hace necesario
vincular la formación con la reflexión y ambas con la investigación sobre la
acción. Lo cual resulta extremadamente difícil,
sobre todo para el profesorado que comienza, que está más pendiente de
cubrir adecuadamente el tiempo de relación con los estudiantes que reconocer los efectos que producen en
dicha interacción.
De lo expuesto surge que
el educador debe contar con la formación pedagógica necesaria a fin de poder
transmitir de forma eficiente y adecuada sus conocimientos técnicos, ya que es
fácilmente observable que en la acción enseñanza-aprendizaje se presentan
particularidades que requieren no solo de un conocimiento histórico sino que de
un análisis socio-cultural del ámbito en el cual se desempeña la función de
docente.
Tal es así que a modo de
ejemplo podemos citar que en localidades del interior del chaco las
instituciones muchas veces no cuentan con una edificación adecuada para cierto
nivel de alumnos o bien con los medios, entendidos tales como los instrumentos
llámese libros, proyectores, computadores, etc. Para permitir el fácil acceso a
la enseñanza.
Así mismo la falta de
formación pedagógica y didáctica en los educadores imposibilitaría la utilización
de los métodos de enseñanza en los diferentes sectores o niveles de la
educación, máxime si se tiene en cuenta el avance de la tecnología y el fácil
acceso por parte de determinado sectores de la población a la misma.
No obstante lo expuesto
y como ya se mencionara con anterioridad en los sectores menos favorecidos de
la sociedad muchas veces se ven privados de los elementos mínimos e indispensables
para asistir al establecimiento educativo como ser guardapolvos, carpetas o
zapatillas. Este tipo de situaciones aún sin ser funciones específicas del
enseñante hoy día deben ser resueltas por él tratando de mantener un límite
justo entre ayudar a subsanar estas falencias y no acostumbrar al alumnado a
depender de la ayuda del profesor
Hoy día el grado de
violencia ha alcanzado tal auge que es frecuente encontrar dentro del aula
agresiones entre los alumnos como así también observar y detectar que en algunos
casos los jóvenes son sometidos a violencia doméstica. Este tipo de situaciones
también deben ser resueltas por el docente.
Todos estos avatares
conjuntamente con el bajo salario y por la disminución de la importancia del
rol del docente hacen que hoy día los docentes salieran a las calles a
manifestarse en pos de pedir al Estado una mejora o corrección de este tipo de situaciones para poder
ejercer adecuadamente su profesión. Es decir solicitándole al Estado que los
doten de recursos para ejercer su práctica profesional.
Como bien expuso el
autor que citábamos anteriormente la formación docente requiere una mezcla de
conocimientos teóricos y prácticos de la ciencia, arte o técnica a enseñar más la intuición como estrategias de intervención, reflexión y valoración. Todo
lo cual la actitud profesional debería propiciar la reconstrucción critica de ese
conocimiento y si organización racional.
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