la relación humana, la dimensión técnica, el tecnicismo y/o la dimensión política-social.

Para el enfoque humanista, el centro del proceso es la relación interpersonal. Éste enfoque lleva una perspectiva eminentemente subjetiva, individualista y afectiva del proceso. Para esta perspectiva, la didáctica debe centrarse en el proceso de adquisición de actitudes tales como: calor, empatía, consideración positiva condicional.

Este planteamiento hace de la dimensión humana el único centro configurador del proceso enseñanza-aprendizaje.

La dimensión técnica, enfoca el proceso de enseñanza-aprendizaje como una acción intencional, sistemática que trata de organizar las condiciones que mejor facilitan el aprendizaje. Ejemplo. Se ocupan de los aspectos positivos de instrucción, selección de contenidos estrategias de enseñanza, etc.

El tecnicismo parte de una visión unilateral del proceso de enseñanza lo cual no puede ser ignorado para una adecuada comprensión y movilización de dicho proceso. El dominio del contenido y la adquisición de habilidades básicas, así como la búsqueda de estrategias que hagan viable este aprendizaje en cada situación concreta de enseñanza constituyen problemas fundamentales para toda propuesta pedagógica.

La dimensión política-social analiza el proceso de enseñanza-aprendizaje teniendo presente que el mismo se lleva a cabo siempre dentro de una cultura especifica, trata con personas concretas que tienen una o postura de clase definida en la organización social en la que viven.


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