Contenidos procedimentales:
Es un conjunto de acciones, modos de actuar y de afrontar, plantear y resolver
problemas ordenadas secuencialmente y encaminadas al logro de un objetivo y/o
competencia. a las acciones. Estos contenidos, hacen referencia a los saberes
“SABER COMO HACER” y “SABER HACER”. No debe confundirse un procedimiento con
una determinada metodología. El procedimiento es la destreza que queremos
ayudar a que el alumno construya. Es, por tanto, un contenido escolar objeto de
la planificación e intervención educativa y el aprendizaje de ese procedimiento
puede trabajarse mediante distintos métodos. Conviene pues clasificar los
contenidos procedimentales en función de tres ejes:
a) Eje de procedimientos más o menos
generales: Está determinado por el número de acciones o pasos
implicados en su realización, de la estabilidad en el orden de estos pasos y
del tipo de meta al que van dirigidos. Los procedimientos complejos, en
comparación con los menos complejos, son los que exigen un tipo de actuación
más diversificada, porque es mayor el número de pasos o acciones que los
componen, o porque se han de tener en cuenta más alternativas a la hora de
llevarlos a cabo.
b) Eje de procedimientos de componente
motriz y cognitivo: Clasifica los contenidos
procedimentales en función de las acciones a realizarse, según sean más o menos
motrices o cognitivos. Los primeros corresponden con la acción corporal
observable de forma directa y se necesitan por ejemplo, para el manejo
correcto, fácil y preciso de instrumentos, de objetos, de aparatos, etc.,
mientras que en los segundos el curso de acción se supone interno y no es tan
evidente este comportamiento externo.
Ambas se complementan.
c) Eje de procedimientos algoritmo y heurístico:
Considera el grado de predeterminación de orden de las secuencias. Aquí se
aproximan al extremo algorítmico los contenidos cuyo orden de las acciones
siempre siguen un mismo patrón, es decir, siempre es el mismo. En el extremo
opuesto se encuentra el Heurístico, en el cual se encuentran aquellos
contenidos procedimentales cuyas acciones y su secuencia dependen de la
situación en que se aplican.
-Para la enseñanza
de procedimientos hemos de hacer referencia a un viejo axioma general: “Primero lo haré yo (el profesor); después lo
haremos juntos; y después lo harás tú solo.” Con este principio se declaran las
tres funciones que han determinado el núcleo de la actividad del docente: le
exposición, la práctica guiada y la práctica autónoma o independiente. Los
métodos didácticos para la enseñanza de estos contenidos son: imitación de
modelos, enseñanza directa por parte del profesor o de otros alumnos y, la
inducción del análisis y reflexión sobre las actuaciones.
-Lo que trata de asegurar con el
aprendizaje de los procedimientos es su inserción en una red de significados
más amplia; cada procedimiento se vinculará con otros procedimientos ya
conocidos, y su aprendizaje supondrá, al mismo tiempo, la revisión,
modificación y enriquecimiento de ellos.
- La evaluación de
estos contenidos se trata principalmente de: comprobar su funcionalidad, ver
hasta qué punto el alumno es capaz de utilizar el procedimiento en otras
situaciones haciéndolo, a su vez, de manera flexible según las exigencias o
condiciones de las nuevas tareas. Sólo si se está muy al lado del alumno y se
le observa en sus actuaciones es cuando se puede comprobar realmente el grado
de aprendizaje conseguido, el sentido del progreso o los obstáculos que se
encuentra y la eficacia de la enseñanza.
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